—Capítulo
3—
No sé dónde estoy,
espero de pie en la parte de atrás,
y estoy cansado de esperar
Yoochun
Como si mi vida dependiera de ello, con
esa devoción es con la que le entrego mis labios a Jaejoong. Es tanto el amor
que pongo en ello, y él aún no lo siente.
Después de que Changmin lo humilló
frente a todas esas personas me quede con un Jaejoong ausente, luego de que él
me pidiera un beso y yo ridículamente correspondiera, abandonamos el lugar.
Afortunadamente Jae trajo consigo su auto, si no me hubiera sentido más triste
si toda la gente lo hubiera visto llorar en todo el transcurso del camino.
Silencio y lágrimas, jamás me llegare a
acostumbrar a ver a la persona que amo llorar y sufrir por otro. Tanto tiempo
de convivir juntos y no he logrado que Jaejoong se enamoré de mí, quizá es hora
de resignarme.
—Jae, ¿Dónde pusiste las llaves? —.
No me contestó, solo estaba parado ahí
como si le hubieran robado el alma.
Me lastima tanto verlo así.
—Jae, por favor, si no nos quedaremos
afuera toda la noche y no quiero arriesgarme a que te resfríes—.
Metió su mano en su bolsillo, me
entregó las llaves sin siquiera mirarme, ¿acaso soy así de desagradable?
—Jaejoongie, ¿Cómo te fue? ¿Changmin
aceptó? —.
Una voz algo chillona salió a
recibirnos cuando entramos al departamento, ¿Quién es ese pelirrojo?
—Oh, tú debes ser Changmin, ¡mucho
gusto! Kim Junsu—. Habló mientras estrechaba mi mano, que raro es. —soy… no,
fui compañero en el internado cuando Jae se mudó a Londres, él me habló mucho
de ti, y…—.
— ¡Basta Junsu! —. Interrumpió
Jaejoong. —él no es Changmin, deja ya de payasear, vete, quiero estar solo—.
Vi su mirada empañada de dolor. Jae salió
corriendo y de un portazo se encerró en su habitación.
—Lo lamento, ¿dije algo malo? —.
Ahora el torbellino parlanchín se había
calmado, era el primer amigo de Jaejoong que tenía el gusto de tratar.
—Solo no menciones que yo soy Changmin,
¿sí? Mi nombre es Park Yoochun y vivo aquí con Jaejoong—.
—Oh, tú eres ese ‘Yoochunnie’—.
— ¿Jae te había hablado de mí? —.
Pregunté con la esperanza de que así fuera.
—No, pero me alegra conocerte, soy Kim
Junsu—.
Yoochun no lo notó, pero Junsu poseía
un extraño sexto sentido y se dio cuenta la decepción del pelinegro al saber
que Jaejoong no le había hablado de él. Era algo sospechoso, quizá no era tan
solo amistad lo que sentía por él.
Esperando aquí, en línea
Confiando en encontrar
lo que he estado buscando
Jaejoong
“Piensas que con estas baratijas
aceptare algo contigo, estas sumamente equivocado”
“Deja de perseguirme, ¡maldito
pervertido de mierda!”
Aquellas frases no dejaban de
torturarme y causarme un terrible dolor de cabeza… y de corazón.
He perdido la cuenta de cuantas veces
he llorado a causa de Changmin, odio sentirme así de impotente, quiero,
necesito su amor ahora, pero lamentablemente la realidad es otra, y cada vez se
me hace más difícil tratar de aceptarla.
Mañana curiosamente la mamá de Changmin
me invito a desayunar a su casa, ¿será que me tiene buenas noticias? No me
quiero ilusionar, pero es inevitable.
‘Jaejoongie,
te deje el desayuno preparado, ¡cómelo!
No
quiero que te enfermes. Tu amigo Junsu dejo dicho que
hoy
te espera en su casa. Pasaré al hospital por mis prácticas.
Llegare
tarde, ¡cuídate!’
Yoochun
Sonreí.
Creo que Yoochun es un ángel, no sé
cómo es capaz de soportarme, creo que no me merezco todas sus atenciones.
Miré hacia el cielo
Estoy atrapado en el suelo
Así que, ¿Por qué lo intento?
Sé que me voy a caer
Hoy a diferencia de otros días el
ambiente luce realmente malo, gris y sombrío, no es que me disgusten los días
nublados, simplemente prefiero que haya un radiante sol. Eso siempre me anima y
me da esperanzas.
Pase un largo tiempo conduciendo, no
recordaba que la casa de Changmin era tan lejana, pase tantos momentos cálidos
en ella y ahora todo es tan distante.
—Jaejoongie, hijo, ¡qué bueno que
viniste! —. Exclamó felizmente la mamá de Changmin, ella siempre fue muy dulce
conmigo
—Estoy a sus órdenes tía, para qué soy
bueno—.
—Aigoo Jaejoongie, suena como si solo
te necesitara para que me hicieras un favor. Pasa, come algo y luego
platicamos—.
Nos dirigimos a su jardín, yo no tenía
apetito pero no quería ser descortés.
—Jaejoongie, no sé cómo empezar esto,
pero en verdad necesito que te acerques a mi hijo—.
Su propuesta me sorprendió.
— ¿Por qué? —. Quizá, quizá él se lo
pidió
—Cada vez veo a mi Changmin más y más
apagado, después de que te fuiste a Londres con tus padres y que sucediera la
trágica muerte de mi marido, nada ha sido lo mismo—. Comentó con la voz
quebrada.
Yo más que nadie deseo que Changmin
vuelva a ser el niño dulce de hace tantos años, me duele porque sé que en parte
yo cause todo esto.
—Tía, yo he tratado como un loco de
hacerle entender a su hijo que lo amo—.
Su madre me miro con los ojos abiertos
y escuchaba atenta a lo que yo le decía.
—Creo que ya no es un secreto, yo amo a
Changmin, pero él me odia, siempre recibo desplantes de su parte y me duele
como no tiene idea—.
Confesé lo que sentía, estuve al borde
de las lágrimas, pero tenía que mantenerme fuerte.
—Lo siento Jaejoongie, pero por favor
no abandones a mi hijo, él te necesita y sé que en el fondo también siente algo
por ti. Se persistente, por favor—.
Sentí su cálido abrazo y yo le salpique
con algunas de mis lágrimas, al final fue imposible contenerlas. La mamá de
Changmin siempre fue como una madre para mí.
—Gracias tía, oírla siempre hace que mi
corazón mantenga firmes las esperanzas—.
Me sonrió de una manera muy dulce y yo
le devolví la sonrisa.
Un crujido hizo gruñir el cielo, el
clima no auguraba nada bueno.
—Parece que se avecina una gran
tormenta, no crees que sea un buen momento para que te acerques a mi hijo, ¿Por
qué no vas a su facultad y lo esperas? —.
—Pero…—
—Sabes, he leído las novelas que le
gustan a Changmin y sé que le encantaría la idea de caminar con su enamorado en
un día nublado—. Sugirió mi tía con una sonrisa y una voz dulce
—Está bien, iré por él—.
Termine aceptando, solo espero que no
resulte de la misma manera que siempre. Soy un masoquista, lo sé, pero a veces
de tanto sufrir también me canso. Necesito el amor y el perdón de Changmin, lo
necesito ya.
Pensé que podía volar
Así que, ¿Por qué me ahogue?
Nunca sabré porqué
todo se está viniendo abajo
Un pelinegro ponía demasiada atención
en su libro de Bioética, estaba casi a punto de graduarse como Medico y al
mismo tiempo comenzaba su especialidad en Pediatría. Él siempre adoro a los
niños y al no tener ningún hermano, tenía un vacío y lo ansiaba llenar
cubriendo de amor y cuidados a sus
pequeños futuros pacientes.
Aunque su mente estaba saturada de
teoría y demás cosas, Jaejoong era siempre su prioridad, desde que lo conoció
su existencia se basó en la presencia del otro, y eso claramente, estaba muy
mal.
—Hey Park, la profesora nos acaba de
avisar que hoy se suspende la guardia en el Hospital, así que solo ve a
registrar asistencia, y te puedes retirar—.
Avisó un joven de cabellos oscuros, con
una gran sonrisa porque ahora tendrían la tarde casi libre.
—Gracias Sungjong, iré después de que
termine esto—. Contestó con una sonrisa aquel pelinegro
—Oye Yoochun, los chicos y yo iremos a
comer ahora que la profesora nos ha cancelado, ¿no te animas a venir con
nosotros? —.
Esta vez habló una chica de dorados
cabellos, una chica muy hermosa.
—No gracias Chaemi, tengo que llegar a
hacer unos pendientes—. Respondió Yoochun sonriéndole de una manera
convincente, con esa bella sonrisa que lo caracterizaba.
— ¡Aish! ¿Por qué eres así Park
Yoochun? Cuánto tiempo más planeas rechazarme, siempre estas ocupado, deberías
salir a divertirte más seguido—. Ordenó la chiquilla.
El pelinegro solo rio pícaramente.
—Sera otro día Chaemi—.
Park Yoochun era realmente popular en
la escuela de Medicina, no solo por ser uno de los alumnos más destacados, sino
también por su magnífica belleza física y por su personalidad amable y
brillante. Aquella piel lechosa contrastaba perfectamente con ese oscuro
cabello largo, Yoochun era muy hermoso y siempre atraía miradas a donde quiera
que iba, pero poseía una autoestima baja, y eso le hacía ver cosas que no eran
reales.
Muchas chicas lo invitaban a salir, él
las rechazaba por temor a no poder llegar a enamorase de ellas, así como lo
estaba del castaño.
Porque Yoochun ya sabía lo que se
sentía estar enamorado, porque aunque ahora amaba a Jaejoong con él no fue con
quien conoció el amor.
No estoy listo para dejarlo ir
porque entonces nunca sabré
lo que podría llegar a perderme
Según la tía, la salida de Changminnie
es a las 5:30 pm, falta media hora para que eso suceda
Las nubes comienzan a juntarse más y
más, en cualquier momento puede que liberen su carga. Será mejor que espere a
Changmin en la salida de su facultad, en aquellas rejas rojas donde he recibido
tantas veces su rechazo.
Pero esta vez será diferente, lo sé.
Pero ya me estoy perdiendo mucho,
así que, ¿Cuándo me rindo?
¿Qué he estado deseando?
Cuando regrese de Londres y recibí el
primer desplante por parte de Changmin me sentí peor que basura.
No pare y lo busque y lo busque,
tratando de arreglar nuestra amistad, yo estaba enamorado de él, pero si él no
sentía lo mismo no le iba a presionar, total, era mejor tener su amistad a no
tener ningún contacto con él.
Llegue temprano a su casa, se acercaba
el cumpleaños de Changmin, antes teníamos la costumbre de festejarle toda una
semana por adelantado. Horneé una tarta y me dirigí allí.
“Qué bueno que llegaste Jaejoongie,
Changminnie se pondrá feliz de verte”
Yo no estaba tan seguro de eso al ver cómo
me había rechazado hace algunos días.
Pero quería confiar en que todo iba a
ser como antes.
Di unos cuantos pasos hasta que escuche
unos sollozos ahogados provenir del despacho del padre de Changmin, sonidos que
eran producidos por el próximo cumpleañero.
“Papá te extraño tanto, extraño tus
abrazos y tus cuentos a media noche, sé que me pediste ser fuerte y cuidar a
mamá, pero yo no soy así de fuerte”
Se me hizo extraña la manera en que
Changmin mencionaba a su papá, él siempre fue demasiado apegado a su padre
desde que era pequeño, pero jamás le había visto llorar de esa forma, sentí la
necesidad de protegerlo.
Entre al despacho sin hacer ruido y le
abrace por la espalda, sorprendentemente él correspondió mi contacto, ahí
estaba mi pequeño y dulce Changmin.
“Por qué te pones así Minnie, tú papá está
de viaje, pronto regresara”
Trate de confortarlo, de hacerle sentir
que todo estaba bien, que no había porque llorar.
“¿Eres idiota o te haces?”
Changmin me miró molesto y se alejó de
mi abrazo.
“De qué hablas Min, qué ha pasado”
pregunté alarmado.
“Acaso no lo sabes, dices ser mi mejor
amigo y no sabes qué pasa con mi vida” gritó
con lágrimas en los ojos.
“¿Qué pasa Min?”
“Mi padre murió idiota, ¿en serio no lo
sabias?”
No lograba comprender las palabras de
Changmin, cómo que su padre estaba muerto, tuvo que ser en estos días, ¿no?
“¿Fue hoy, Changmin?” le pregunté
tímidamente
“Serás imbécil, ¡tiene tres años que él
falleció!” sollozó y se derrumbó en el suelo
“¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!”
No podría creerle, cómo fueron mis
padres capaces de ocultarme algo tan grave como la muerte del papá de Changmin.
“Así fue, y jamás recibí un mensaje tuyo
o una carta, nada, absolutamente nada. Decías que eras mi amigo y que siempre
estarías a mi lado cuando te necesitara, ¿Dónde estuviste Jaejoong?”
Su llanto me perforó el corazón, yo no
tenía la culpa de lo que Changmin me acusaba.
No supe que hacer, y fui directo a
abrazarle.
“¡Suéltame! No quiero que me toques, te
odio Kim Jaejoong, ¡Te odio!”
Alejó bruscamente mis brazos de su
cuerpo, y sentí que mi alma se moría poco a poco.
“Lo siento Minnie, yo en verdad no lo
sabía” admití con lágrimas en los ojos
“No vuelvas a llamarme así, no quiero
volverte a ver jamás, ¡vete!” ordenó sin ni siquiera mirarme.
No sabía que decir, que hacer, incluso
el respirar se me había olvidado como hacerlo
“¿Qué no oíste? Lárgate de mí vista”
Miré hacia el cielo
Estoy atrapado en el suelo
Así que, ¿Por qué lo intento?
Sé que me voy a caer
Aquella noche lloré y lloré hasta
quedarme seco, desde allí mi vida ha sido un martirio tratando de obtener el
cariño de Changmin. Quise olvidarlo, tratar de reemplazarlo con cualquier cosa,
pero me es imposible. Si no consigo su amor, mi vida estará destinada a añorar
por él, porque sé que aunque no es amor, sé que algo siente él por mí, y no
descansare hasta que me lo demuestre.
5:35 pm, el timbre sonó anunciando el
cambio de clase, comienzan a salir los universitarios al mismo tiempo que caen
las gotas del cielo, estoy seguro que no tardará mucho en salir.
Un minuto, cinco, diez, nada. En dónde
te metiste Changmin, me asomé por la rejilla de la Universidad, estaba lloviendo
mucho y no podía distinguir muy bien.
Pero su voz, esa voz tan única, es
imposible que no la reconociera.
—Nos vemos el Lunes Changmin-ah, ¡cuídate!
—.
— ¡Cuídate tu también! —.
Oh sí, ese era mi Changmin
—Ho-hola—. Mi voz salió algo quebrada
Tenía miedo de que me fuera a rechazar
otra vez.
—Otra vez tú aquí, ¿Qué no te cansas? —.
La expresión de su cara cambio de un
instante a otro, si antes parecía feliz, ahora tenía una cara de completo
fastidio.
—No digas cosas tan feas Changmin, yo
te quiero—.
Él abrió enormemente los ojos y
suspiro.
Su cabello comenzaba a chorrear a causa
de la lluvia, quizá si era una buena idea haber venido por él.
— ¿No traes sombrilla? Mira, ten te
presto una—. Le hablé enseñándole la sombrilla que traía en mi mano izquierda.
—Puedo ir a dejarte a tu casa, ya
sabes, caminando, no crees que sería romántico—. Sugerí con una sonrisa.
—Eres sumamente irritante, no sé
cuántas veces más tengo que repetírtelo—.
Mordí mi labio inferior tratando de
contener las lágrimas que en cualquier momento se harían presentes.
Unas chicas que pasaban en frente de
nosotros me distrajeron.
—Oye Ha Moonhee, me pediste una cita
hace algunos días, ¿no? —.
Una chica de cabellos cafés se sonrojo
y asintió levemente.
—Acepto—.
Changmin pasó fugazmente frente mío
tirándome la sombrilla que compré para él. Se abalanzo contra la chica, la tomó
de la cintura y enterró sus labios con los de ella.
Mi cabeza no lograba comprender lo que
en ese momento estaba pasando, pero lamentablemente mi corazón sí.
Y no lo resistí más, y lloré cual niño
pequeño. Me pregunto si Changmin habrá oído mi corazón quebrarse.
Pensé que podía volar
Así que, ¿Por qué me ahogue?
Nunca sabré porqué
todo se está viniendo abajo
Yoochun
La tormenta que azotaba Seúl era
realmente agobiante, llegué algo mojado al departamento, pero nada que un buen
baño caliente no pueda arreglar.
Tock-tock.
—Jaejoong-ah, ¿estás ahí? Abre por
favor—.
Escuché que alguien tocaba la puerta,
me puse las pijamas rápidamente, seguramente es Jaejoong.
—Jae, no eres tú el que siempre me
reclama porque nunca cargo con mis llaves—. Abrí la puerta rápidamente
— ¿esta Jaejoong? —.
— ¿Junsu-ssi? —.
—Sí, ahora dime. ¿Esta Jaejoong? Quedó
de ir a mi casa, le he estado llamando para saber a qué hora iba a llegar, hace
dos horas que no he parado de marcarle y no me contesta, algo me dice que no está
bien—.
Todo lo dijo muy rápido que apenas pude
entenderle, pero su tono de preocupación me hacía sentirme inseguro.
—Cálmate, dime que ha pasado—. Dije
tratando de tranquilizarlo
—Le he estado marcando a Jaejoong por
dos horas, y no me contesta, temo que algo le haya pasado—. Alego alarmado
—Ok, son las 8:30 pm, Jae por lo
regular llega a estas horas, lo voy a llamar quizá olvido su celular en el
auto—.
Fui por mi teléfono a la habitación,
marque el número de Jaejoong, el primer timbre de llamada, el segundo, nada. Volví
a marcar muchas veces obteniendo la misma respuesta.
Un trueno se hizo presente llevándose
la luz consigo
—La tormenta está realmente fuerte—.
Dije al ver que las luces volvían repentinamente
—Estoy preocupado Yoochun-ssi—.
—Yo también Junsu-ssi—.
—Por qué no vamos a buscarlo, tú en tu
carro y yo en el mío—. Sugirió con una sonrisa.
—No tengo carro Junsu-ssi—.
—Oh, pensé que como vives con Jaejoong
eres, ya sabes…—.
— ¿Adinerado? —.
Asintió tímidamente.
Reí tapándome la boca con las manos.
—Después tendremos tiempo para platicar
Junsu-ssi—. Él hizo una cara linda.
Salimos entonces apresurados del
departamento.
Buscamos en los lugares más cercanos
pensando que se le había averiado el coche, pero nada, pasamos así alrededor de una hora y media. Jaejoong
seguía sin aparecer, y la opresión en mi pecho se hacía más grande.
—No tienes idea de a donde podrá estar
o donde habrá ido—.
—No—. Admití con una cara nostálgica
A pesar que llevaba casi 5 años
conociendo a Jaejoong, salvo nuestros encuentros sexuales, no sabía mucho
acerca de él, solo que era Chef, que sus padres viajaban mucho por su trabajo,
pero nada más.
Jaejoong jamás ha querido abrirme su
corazón, pero él es tan transparente que siento que lo conozco de toda la vida.
Si no fuera por Changmin, quizá…
—Espera un momento, la facultad de
Literatura—. Fue lo primero que se me ocurrió.
— ¿Qué? ¿Qué tiene? —. Preguntó Junsu
con inocencia.
—Jaejoong la frecuenta mucho, dirígete
ahí, ¡vamos! —.
Junsu enarco una ceja, pero no me
reprocho nada, solo acelero más.
Oh, yo me estoy viniendo abajo
No puedo encontrar otro camino…
Y no quiero escuchar el sonido
de perder lo que nunca encontré
Llegamos a la facultad, aquella
pertenecía a la misma Universidad a la que yo asistía, así que la estructura
tiene que ser similar.
En la primera entrada no encontramos
nada, lo mismo pasó en la segunda, estaba demasiado angustiado, ¿Y sí Jae no
estaba en la última entrada?
Me tragué mis inseguridades en forma de
suspiro, y seguí buscando, esa entrada era mi única esperanza.
La luz era escasa y yo apenas podía
distinguir bien, ya no sé ni lo que hago.
— ¡Yoochun-ssi! Parece que lo he
encontrado—. Gritó un ofuscado Junsu, que se encontraba como a 10 metros de mí.
Atravesé la carretera sin importarme
nada, solo quería asegurarme de que él estuviera bien.
—No responde, ¿esta muerto? —. Preguntó
preocupado Junsu.
Jaejoong estaba en el suelo empapado de
pies a cabeza, con el paraguas tirado a un lado. Rápidamente cheque sus signos
vitales para poder descartar cualquier cosa.
— ¡¿Qué pasa?! —.
—Solo esta inconsciente, ayúdame a
llevarlo a tu auto—. Ordené tranquilamente
Le puse mi chaqueta a Jae cuando por
fin estábamos en un lugar alejado de la lluvia.
—Changmin… por qué…—. Murmuraba entre
sueños
Arrugué la nariz, e hice un gesto de
dolor.
Todo el trayecto hacía nuestro
departamento estuvo lleno de un profundo silencio.
Miré hacia el cielo
Estoy atrapado en el suelo
Así que, ¿Por qué lo intento?
Sé que me voy a caer
Yoochun no quería que Junsu descubriera
que estaba enamorado de Jaejoong, por lo que trato de que su angustia no se
reflejara a esos niveles. Pero al ver que el castaño tenía casi 40 grados de
temperatura, ese sentimiento no se pudo ocultar
El pelirrojo notó la devoción con la
cual Yoochun trataba a Jaejoong, él fue el que lo cuido cuando lo metieron en
una tina llena de hielo, fue también quien estuvo poniendo paños fríos para que
se le bajara la fiebre, y quien le cantó una suave canción de cuna alegando que
eso siempre calmaba al castaño.
Junsu notó que eso no era normal, eso
se sentía diferente, se sentía casi… casi como amor.
— ¿Por qué me miras así Junsu-ssi? Tan
extraño te parezco—. Preguntó un pelinegro ojeroso, ya que había pasado toda la
noche cuidando de Jaejoong
—No Yoochun-ah, ¿puedo llamarte así? Tú
quita también el ‘ssi’ somos casi de la misma edad, basta de formalidades—.
Sugirió el pelirrojo con una sonrisa brillante, de esas que ciegan la vista
—Claro Junsu, pero dime, por qué me
miras así—. Insistió el pelinegro.
—No, por nada. ¿Desde cuándo se conocen
Jaejoongie y tú? —.
—Desde hace casi cinco años—.
—Y desde cuándo viven juntos—.
—Desde hace casi cinco años—. El
pelinegro contestó lo mismo
Junsu se sorprendió demasiado, Jaejoong
normalmente era muy hermético para dejar entrar a una persona así de fácil en
su vida, así que ese chico, Yoochun, poseía algo muy especial.
Pensé que podía volar
Así que, ¿Por qué me ahogue?
Nunca sabré porqué
todo se está viniendo abajo
El resto del día Yoochun y Junsu se la
pasaron platicando, conociéndose, mientras cuidaban a un débil Jaejoong.
Yoochun pensaba que Junsu era un chico
con chispa, era fácilmente llevarse bien con una persona como él, se preguntaba
por qué Jaejoong no era de esa forma.
Y para el pelirrojo, Yoochun se le hizo
una persona sumamente dulce y bondadosa, era como un pequeño capullo a punto de
florecer, era así de especial. Pero no solo eso, notó que cada vez que hablaban
de Jaejoong los ojos se le iluminaban de una manera muy peculiar, eso
definitivamente no era una simple amistad, había algo más…
Cómo era posible que Junsu notase que
Yoochun estaba perdidamente enamorado de su amigo, si tan solo lo había
conocido hace un par de días.
Al contrario de Jaejoong, quien convivía
a diario con el pelinegro y aún no sentía el amor que profesaba por él.
Pobre Park Yoochun.
Miré hacia el cielo
Estoy atrapado en el suelo
Así que, ¿Por qué lo intento?
Sé que me voy a caer
[Down — Jason Walker]
N.A: Volví a actualizar, estoy a punto de reprobar una materia, nunca en mis 20 años de vida me había pasado eso ;___; Todo por confiar demasiado en la gente!! D:
Igual no me rindo y sé que al final todo sera favorable para mí!
Qué les pareció el capítulo? Saben que amo el ChunJae, no? aunque la verdad no sé si quedarán juntos al final ;___;
La canción de este capítulo me encanta, la pueden escuchar aquí!
Gracias por leerme,
nos vemos en la siguiente actua! C: